Este tipo de terapia se centra en los síntomas y en los problemas actuales del paciente, tratando de identificar los detonadores o antecedentes del estrés, la ansiedad o cualquier otro síntoma que presenta la persona en consulta.
La finalidad de la identificación de dichos detonadores es tratar de enfocar al paciente en el afrontamiento activo y adaptativo del problema, identificar aquellos estilos de afrontamiento o conductas desadaptativas que ha empleado hasta ahora la persona y que comprenda por qué motivos le afecta la forma en que ha enfrentado sus conflictos.
Una segunda parte de la terapia consiste en identificar las "respuestas problema", esto es:
Estas "respuestas problema" suelen ser el motivo de consulta del paciente, acudiendo porque "tengo ansiedad en el trabajo", "me siento triste desde hace 5 meses", "estamos discutiendo continuamente", etc. Precisamente conocer los detonantes del problema ayuda al paciente a comprenderse mejor y conocer su problema de una forma más precisa, realista y útil.
La terapia cognitivo conductual parte del hecho ya contrastado empíricamente de que el ser humano aprende constantemente, por lo que podemos reaprender a manejar los conflictos que nos
afligen, así como la forma en que tendemos a afrontarlos.
Estos aspectos cognitivos, afectivos y conductuales están interrelacionados, de forma que cada uno de ellos afecta sobre los demás.
Durante el proceso, el psicólogo se vale de diversas estrategias que tienen por objeto:
|
|
|