CBD (Cannabidiol): ¿Qué es?

 

 

El primer cannabinoide aislado de la Cannabis sativa fue el cannabinol (CBN) (Wood,Spivey y Easterfield, 1899). Pero su estructura no fue correctamente caracterizada hasta varios años después (Adams, Baker y Wearn, 1940a). El cannabidiol (CBD) fue aislado algunos años mas tarde (Adams, Hunt y Clar,
1940b), y es un cannabinoide cuyo contenido en THC es bajo y presenta efectos ansiolíticos y sedantes. ¿Pero eso significa que puede ayudar a alguien a reducir su ansiedad? ¿Es una sustancia fiable y sin riesgos? Vamos a tratar de responder a estas y otras preguntas...

 

 

¿Es la panacea el CBD?

 

 

Es importante señalar que el CBD es un cannabinoide prácticamente desprovisto de propiedades psicoactivas. Y, ¿eso que significa? Una sustancia que tiene propiedades psicoativas, como por ejemplo el THC, es una sustancia que puede generar síndrome de abstinencia en la persona que lo consume, entendiéndose la abstinenca como el conjunto de cambios tanto físicos como psicológicos que generan malestar cuando la persona deja de consumir dicha sustancia. Lógicamente, ese malestar se reduce cuando la persona vuelve a consumir la sustancia, facilitando la "adquisición" de una adicción.

 

Pues bien, el CBD parece no presentar propiedades psicoactivas. Sin embargo, no está exento de otro problemas, y no significa con esto que no pueda generar una dependencia psicológica

 

 

En Estados Unidos se está probando un medicamento líquido a base de CBD llamado Epidiolex para el tratamiento de la epilepsia infantil, coincidiendo los investigadores en que dichos medicamentos que usan sustancias químicas purificadas derivadas de la planta son prometedores desde el punto de vista terapéutico.

 

El problema radica en que  estas sustancias químicas pueden contener cientos de sustancias químicas activas y desconocidas y puede resultar difícil elaborar un producto con dosis correctas y uniformes de esas sustancias. No obstante, cada vez son más los estados que han legalizado la dispensación de marihuana o sus extractos a personas que padecen de diversos trastornos de salud.

 

Y en este sentido, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) alerta sobre el daño potencial del CBD, asegurando que "los consumidores creen erróneamente que consumir CBD 'no hace daño'". La agencia quiere dejar claro que tenemos sólo datos limitados sobre la seguridad del CBD y que estos datos indican que existen riesgos reales que deben ser considerados. Además, es importante señalar que se necesitan datos mundiales sobre la frecuencia del consumo de CBD que reciben los consumidores dependiendo de los diferentes modos de consumo (cannabis fumado, vaporizado, ingerido), asi como los efectos y sus consecuencias del consumo sobre la salud (cognición, motivación, atención, psicosis, accidentes, etc.).

 

Para más inri, el control sobre la cantidad de THC en el CBD sigue siendo hoy en día un problema tanto en EEUU como en algunos países europeos. ¿Por qué? Porque desde hace ya bastantes años, se observa una tendencia al alza de la media del contenido de THC de todos los preparados de cannabis confiscados. El cultivo de diferentes variedades ha dado lugar a plantas y resinas con un contenido de THC notablemente mayor respecto al pasado decenio, de entre 3% a 12-16% o más, con diferencias en distintos países (Radwan et al., 2008; Niesink et al., 2015; Swift, et al., 2013; Zamengo, et al., 2014; Bruci, et al., 2012).

 

Este cambio en la potencia del cannabis ha producido una serie de cambios en las plantas y, como afirma la FDA, todavía estamos lejos de afirmar que el CBD sea una sustancia libre de peligros y de posibles problemas en la salud de sus consumidores.

 

En definitiva, uno de los riesgos estriba en las composiciones de THC, CBD y otros cannabinoides, y su venta en tiendas y tiendas online.

 

¿Qué más datos tenemos del CBD?

 

 

  • Se ha observado que cuando se usan extractos de cannabis conteniendo entre un 3% y un 5% de THC, tanto CBD como CBN aumentan la permeabilidad de la barrera hematoencefálica, lo que puede contribuir a
    una mayor entrada de estos compuestos al cerebro en grupo que por separado (Agrawal y cols., 1989). La presencia de CBD en los preparados obtenidos a partir de la Cannabis Sativa puede potenciar los efectos producidos por el THC de dos maneras: inhibiendo su catabolismo o facilitando su entrada en el cerebro. 
  • La concentración de CBD es más alta en el cáñamo cultivado para la producción de fibra, donde el contenido de THC es bajo. Lo contrario ocurre en las plantas cultivadas para el consumo recreativo (Turner, Elsohly y Boeren, 1980). 
  • Recientemente, se ha visto que en algunas líneas celulares del sistema inmune, el CBD inhibe la producción de diversas citoquinas (IL-8, IL-10, TNF-α, IFN-γ). Estos resultados, que indican sus posibles efectos beneficiosos en enfermedades inflamatorias/autoinmunes, también advierten de su peligrosidad en relación con el SIDA, tumorogénesis e inflamación alérgica en pulmones (Srivastava, Srivastava y Brouhard, 1998).

 

 

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