Trastorno de hipersomnia (o también llamado hipersomnia idiopática)

 

 

 

Las personas que padecen el trastorno de hipersomnia se duermen rápidamente y tienen una buena eficiencia del sueño, sin embargo, suelen tener dificultad para despertarse por la mañana y a veces parecen confundidos, combativos o atáxicos. La necesidad persistente de dormir puede llevar a una conducta automática (normalmente de un tipo muy rutinario, de baja complejidad) que el sujeto realiza con poco o ningún recuerdo posterior, como por ejemplo conducir.

 

Los sujetos con hipersomnia se echan siestas diurnas casi cada día a pesar de la duración del sueño nocturno. Normalmente sienten una somnolencia que se desarrolla a lo largo de un período de tiempo más que como un "ataque" repentino de sueño. Los episodios de sueño involuntario suceden típicamente en situaciones de baja estimulación y de baja actividad (p. ej., durante conferencias, leyendo, al ver la televisión o al tener que conducir largas distancias), pero en los casos más graves pueden manifestarse en situaciones que requieren una gran atención, como en el trabajo, en las reuniones o en los encuentros sociales. 

 

Esta alteración prolongada de la alerta en la transición sueño-vigilia a veces se denomina inercia del sueño (es decir, borrachera de sueño) y se caracteriza por:

 

  • Síntomas de excesiva cantidad de sueño (p. ej., sueño nocturno prolongado o sueño diurno involuntario)
  • Alteración de la calidad de la vigilia (es decir, propensión al sueño durante la vigilia que se manifiesta por dificultad para despertar o incapacidad para mantenerse despierto cuando se requiere) e
  • Inercia del sueño (es decir, un período de alteración del rendimiento y de vigilancia reducida tras el despertar de un episodio de sueño habitual o de una siesta)

 

 

Síntomas del trastorno

 

 

El trastorno de hipersomnia se caracteriza por la presencia de un patrón de sueño excesivo, que presenta los siguientes síntomas:

 

  • La persona hace referencia a una somnolencia excesiva (hipersomnia) a pesar de haber dormido durante un período principal que dura al menos siete horas, con uno o más de los síntomas siguientes: 
  1. Períodos recurrentes de sueño o de caerse de sueño en el mismo día
  2. Un episodio principal de sueño prolongado de más de nueve horas diarias que no es reparador (es decir, no descansa)
  3. Dificultad para estar totalmente despierto después de un despertar brusco
  • Para considerarse el trastorno ha de darse con una frecuencia mínima de al menos tres veces a la semana durante un mínimo de tres meses
  • Además, ha de generar malestar clínicamente significativo en la persona , afectando a otras áreas de funcionamiento como el trabajo, las relaciones familiares o de amistad, la relación de pareja o el propio funcionamiento
  • Ha de darse dicho trastorno en ausencia de los efectos fisiologicos derivados por el consumo de una sustancia o droga, ni de darse por la presencia de una enfermedad médica

 

Además, podemos categorizar el trastorno de hipersomnia en función de su severidad en tres niveles: 

 

  • Leve: presentan una dificultad para mantener la alerta durante el día, 1-2 días/semana
  • Moderado: presentan una dificultad para mantener la alerta durante el día, 3-4 días/semana
  • Grave: presentan una dificultad para mantener la alerta durante el día, 5-7 días/semana

 

 

¿Por qué se produce la hipersomnia?

 

 

La hipersomnia puede producirse por múltiples trastorno o enfermedades o por la ingesta de algunos fármacos. Lógicamente, cuando la causa de la hipersomnia es el consumo de estos fármacos el primer paso es eliminarlos o reducirlos para descartar causas y confirmar la hipótesis.

 

Sin embargo, ciertas enfermedades neurológicas o del ritmo del sueño-vigilia pueden estar detrás de este trastorno. La cantidad de trastornos o enfermedades que generan hipersomnia es amplísima, yendo desde enfermedades endocrinas, renales o encefalopatías, insuficiencias respiratorias hasta cuadros infecciosos. Además, puede presentarse este trastorno a consecuencia de algunos trastornos psicológicos, como por ejemplo el trastorno depresivo.

 

 

Comorbilidad de la hipersomnia

 

 

La hipersomnia se puede asociar a los trastornos depresivos, los trastornos bipolares (durante un episodio depresivo) y el trastorno depresivo mayor. Los sujetos con trastorno de hipersomnia también tienen riesgo de presentar un trastorno por consumo de sustancias, en particular el relacionado con la automedicación con estimulantes. Esta falta general de especificidad puede dar lugar a perfiles muy heterogéneos entre las personas cuyos síntomas cumplen los mismos criterios diagnósticos que el trastorno de hipersomnia. 

 

Los trastornos neurodegenerativos, como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y la atrofia multisistémica, pueden asociarse a hipersomnia. 

 

 

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