La adicción al tabaco, también conocida como trastorno por consumo de tabaco, es un problema de salud pública que afecta a millones de personas en todo el mundo. El consumo de tabaco, ya sea a través del cigarrillo convencional o los productos de vapeo, puede llevar a una dependencia física y psicológica.
La nicotina presente en el tabaco es una sustancia altamente adictiva que estimula el sistema nervioso central y crea una sensación placentera. A medida que se consume tabaco de forma regular, el
cuerpo se acostumbra a la presencia de la nicotina y comienza a depender de ella para funcionar correctamente.
Existen diferentes métodos disponibles para dejar de fumar, como terapias conductuales, medicamentos recetados y programas de apoyo comunitario. Es importante destacar que superar la adicción al tabaco no es fácil, pero es posible con determinación y apoyo adecuado.
Si eres fumador o conoces a alguien que lo sea, es fundamental buscar ayuda profesional para superar esta adicción. No solo mejorarás tu propia salud, sino que también estarás dando un paso
importante hacia un futuro libre del hábito del tabaquismo.
El trastorno por consumo de tabaco es una condición médica que afecta a aquellos individuos que tienen una dependencia física y psicológica al tabaco. Este trastorno se caracteriza por la necesidad compulsiva de fumar, a pesar de los efectos nocivos para la salud. Es importante destacar que el trastorno por consumo de tabaco es una adicción reconocida por la comunidad médica y científica. Aunque dejar de fumar puede ser un desafío, existen diferentes estrategias y tratamientos disponibles para ayudar a las personas a superar esta adicción.
El trastorno por consumo de tabaco se caracteriza por un patrón problemático de consumo de tabaco que provoca un deterioro o malestar clínicamente significativo y que se manifiesta al menos por
dos de los hechos o síntomas siguientes en un plazo de 12 meses:
11. Abstinencia, manifestada por alguno de los hechos siguientes:
La abstinencia de tabaco por lo general comienza dentro de las 24 horas después del cese o la reducción en el consumo de tabaco, y los picos se producen a los 2-3 días después de la abstinencia y tiene una duración de 2-3 semanas. Los síntomas de la abstinencia de tabaco pueden aparecer entre los consumidores de tabaco adolescentes, incluso antes de que el consumo de tabaco sea diario. Es infrecuente, por otro lado, que los síntomas se prolonguen más de un mes.
La abstinencia al tabaco se produce cuando hay un consumo diario de tabaco y un cese brusco reducción de la cantidad de tabaco consumido, seguido en las 24 horas siguientes por
cuatro (o más) de los signos o síntomas siguientes:
Los síntomas después de la abstinencia de tabaco son debidos, en gran parte, a la privación de la nicotina. Dichos síntomas son mucho más intensos entre las personas que fuman cigarrillos o usan tabaco sin humo que entre aquellos que usan medicamentos de nicotina. Esta diferencia en la intensidad de los síntomas es probablemente debida al inicio más rápido y a los niveles más altos de nicotina con el consumo de cigarrillos.
La
abstinencia de tabaco es frecuente entre los consumidores de tabaco diarios, que dejan o disminuyen el consumo, pero también puede aparecer entre los usuarios no
diarios.
La abstinencia puede aumentar el estreñimiento, la tos, los mareos, los sueños o las pesadillas, las náuseas y el dolor de garganta. Fumar aumenta el metabolismo de muchos medicamentos utilizados para tratar los trastornos mentales, por lo que dejar de fumar puede aumentar los niveles en sangre de estos medicamentos, y esto puede producir resultados positivos clínicamente significativos.
Un factor de riesgo es un atributo o característica de una persona, entorno, producto, actividad o proceso que aumenta la probabilidad de que se produzca una lesión o enfermedad. Esto significa que un factor de riesgo puede contribuir a una mayor probabilidad de que una persona se enferme o se lesione.
Los factores de riesgo del tabaquismo son:
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