Trastorno por consumo de tabaco

 

 

La adicción al tabaco, también conocida como trastorno por consumo de tabaco, es un problema de salud pública que afecta a millones de personas en todo el mundo. El consumo de tabaco, ya sea a través del cigarrillo convencional o los productos de vapeo, puede llevar a una dependencia física y psicológica.


La nicotina presente en el tabaco es una sustancia altamente adictiva que estimula el sistema nervioso central y crea una sensación placentera. A medida que se consume tabaco de forma regular, el cuerpo se acostumbra a la presencia de la nicotina y comienza a depender de ella para funcionar correctamente.

 

 

Existen diferentes métodos disponibles para dejar de fumar, como terapias conductuales, medicamentos recetados y programas de apoyo comunitario. Es importante destacar que superar la adicción al tabaco no es fácil, pero es posible con determinación y apoyo adecuado.


Si eres fumador o conoces a alguien que lo sea, es fundamental buscar ayuda profesional para superar esta adicción. No solo mejorarás tu propia salud, sino que también estarás dando un paso importante hacia un futuro libre del hábito del tabaquismo.

¿Qué es el trastorno por consumo de tabaco?

 

 

El trastorno por consumo de tabaco es una condición médica que afecta a aquellos individuos que tienen una dependencia física y psicológica al tabaco. Este trastorno se caracteriza por la necesidad compulsiva de fumar, a pesar de los efectos nocivos para la salud. Es importante destacar que el trastorno por consumo de tabaco es una adicción reconocida por la comunidad médica y científica. Aunque dejar de fumar puede ser un desafío, existen diferentes estrategias y tratamientos disponibles para ayudar a las personas a superar esta adicción.


El trastorno por consumo de tabaco se caracteriza por un patrón problemático de consumo de tabaco que provoca un deterioro o malestar clínicamente significativo y que se manifiesta al menos por dos de los hechos o síntomas siguientes en un plazo de 12 meses

 

  1. Se consume tabaco con frecuencia en cantidades superiores o durante un tiempo más prolongado del previsto
  2. Existe un deseo persistente o esfuerzos fracasados de abandonar o controlar el consumo de tabaco
  3. Se invierte mucho tiempo en las actividades necesarias para conseguir tabaco o consumirlo
  4. Ansias o un poderoso deseo o necesidad de consumir tabaco
  5. Consumo recurrente de tabaco que lleva al incumplimiento de los deberes fundamentales en el trabajo, la escuela o el hogar (p. ej., interferencia con el trabajo)
  6. Consumo continuado de tabaco a pesar de sufrir problemas sociales o interpersonales persistentes o recurrentes, provocados o exacerbados por los efectos del tabaco (p. ej., discusiones con otros sobre el consumo de tabaco)
  7. El consumo de tabaco provoca el abandono o la reducción de importantes actividades sociales, profesionales o de ocio
  8. Consumo recurrente de tabaco en situaciones en las que provoca un riesgo físico (p. ej., fumar en la cama)
  9. Se continúa con el consumo de tabaco a pesar de saber que se sufre un problema físico o psicológico persistente o recurrente probablemente causado o exacerbado por el tabaco
  10. Tolerancia, definida por alguno de los siguientes hechos: 
  • Una necesidad de consumir cantidades cada vez mayores de tabaco para conseguir el efecto deseado
  • Un efecto notablemente reducido tras el consumo continuado de la misma cantidad de tabaco

 

   11. Abstinencia, manifestada por alguno de los hechos siguientes: 

  • Presencia del síndrome de abstinencia característico del tabaco
  • Se consume tabaco (o alguna sustancia similar, como la nicotina) para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia

 

 

Abstinencia del tabaco

 

 

La abstinencia de tabaco por lo general comienza dentro de las 24 horas después del cese o la reducción en el consumo de tabaco, y los picos se producen a los 2-3 días después de la abstinencia y tiene una duración de 2-3 semanas. Los síntomas de la abstinencia de tabaco pueden aparecer entre los consumidores de tabaco adolescentes, incluso antes de que el consumo de tabaco sea diario. Es infrecuente, por otro lado, que los síntomas se prolonguen más de un mes.


La abstinencia al tabaco se produce cuando hay un consumo diario de tabaco y un cese brusco reducción de la cantidad de tabaco consumido, seguido en las 24 horas siguientes por cuatro (o más) de los signos o síntomas siguientes:

 

 

  1. Irritabilidad, frustración o rabia
  2. Ansiedad
  3. Dificultad para concentrarse
  4. Aumento del apetito
  5. Intranquilidad
  6. Estado de ánimo deprimido
  7. Insomnio

 

Los síntomas después de la abstinencia de tabaco son debidos, en gran parte, a la privación de la nicotina. Dichos síntomas son mucho más intensos entre las personas que fuman cigarrillos o usan tabaco sin humo que entre aquellos que usan medicamentos de nicotina. Esta diferencia en la intensidad de los síntomas es probablemente debida al inicio más rápido y a los niveles más altos de nicotina con el consumo de cigarrillos. 


 

La abstinencia de tabaco es frecuente entre los consumidores de tabaco diarios, que dejan o disminuyen el consumo, pero también puede aparecer entre los usuarios no diarios
 

La abstinencia puede aumentar el estreñimiento, la tos, los mareos, los sueños o las pesadillas, las náuseas y el dolor de garganta. Fumar aumenta el metabolismo de muchos medicamentos utilizados para tratar los trastornos mentales, por lo que dejar de fumar puede aumentar los niveles en sangre de estos medicamentos, y esto puede producir resultados positivos clínicamente significativos.

 

 

Factores de riesgo

 

 

Un factor de riesgo es un atributo o característica de una persona, entorno, producto, actividad o proceso que aumenta la probabilidad de que se produzca una lesión o enfermedad. Esto significa que un factor de riesgo puede contribuir a una mayor probabilidad de que una persona se enferme o se lesione.

 

Los factores de riesgo del tabaquismo son: 

 

  • Factores sociodemográficos
    • Nivel socioeconómico bajo 
  • Factores medioambientales
    • Accesibilidad y disponibilidad de tabaco
    • Percepción distorsionada de uso generalizado del tabaco
    • Publicidad 
  • ​Factores sociales:
    • Consumo por padres y, más importante, por hermanos
    • Consumo de tabaco por parte de amigos 
    • Permisividad familiar con el tabaco 
    • Falta de apoyo/supervisión materna y paterna 
    • Papel de los educadores 
  • Factores conductuales:
    • Bajo rendimiento escolar
    • Falta de habilidades para resistir presiones 
    • Experimentación con tabaco 
    • Uso del tiempo libre 
    • Uso del tabaco para controlar la ansiedad y el peso 
  • Factores personales
    • Psicológicos:
      • Baja autoestima 
      • Disconformidad con la imagen 
      • Baja autoeficacia para rechazar el consumo 
      • Actitudes “pro-tabaco” (me calma, me ayuda a adelgazar, 
        me ayuda a relacionarme con la gente, los demás me ven más mayor, relación espuria con conceptos como libertad o 
        independencia,…) 
    • Genéticos
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