Trastorno de personalidad histriónica

 

 

El trastorno de la personalidad histriónica consiste en un patrón dominante de emotividad excesiva y de búsqueda de atención, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y se manifiesta por cinco (o más) de los siguientes hechos: 

 

  • Se sienten incómodos en situaciones en las que no se es el centro de atención. 
  • La interacción con los demás se caracteriza con frecuencia por un comportamiento sexualmente seductor o provocativo inapropiado. 
  • Presenta cambios rápidos y expresión plana de las emociones. 
  • Utilizan constantemente el aspecto físico para atraer la atención. 
  • Tienen un estilo de hablar que se basa excesivamente en las impresiones y que carece de detalles.
  • Muestran autodramatización, teatralidad y expresión exagerada de la emoción. 
  • Son sugestionables (es decir, fácilmente influenciables por los demás o por las circunstancias). 
  • Consideran que las relaciones son más estrechas de lo que son en realidad.

 

 

¿En qué consiste?

 

 

Los individuos con este trastorno se caracterizan por el autodramatismo, la teatralidad y una expresión exagerada de la emoción. Pueden avergonzar a sus amigos y conocidos al realizar exhibiciones públicas exageradas de las emociones (p. ej., abrazando conocidos casuales con ardor excesivo, sollozando incontrolablemente en ocasiones sentimentales triviales o cogiendo berrinches y pataletas). Sin embargo, sus emociones a menudo aparecen y desaparecen demasiado rápido como para darse cuenta, lo que puede llevar a los demás a acusarles de falsificar estos sentimientos.

 

 

Jim Carrey interpretando al personaje de La máscara, en 1994.

 

 

 

Tienen una fuerte necesidad de estima, un enorme deseo de atraer la atención de los demás y una gran capacidad de seducción, que puede llevarles a cierto exhibicionismo.

 

 

Este comportamiento no sólo se dirige hacia las personas en las que el individuo tiene un interés sexual o romántico, sino que también se produce en una amplia variedad de relaciones sociales, laborales y profesionales que superan lo que sería apropiado en su contexto social.

 

Buscan la compasión de los demás, y para ello pueden utilizar relatos de hechos exagerados o inexistentes, cargados de una fuerte teatralidad.  Esta expresión emocional puede ser superficial y rápidamente cambiante, pasando del dramatismo más extremo a la frialdad absoluta. 

 

 

 

 

Además, suelen utilizar constantemente el aspecto físico para llamar la atención sobre sí mismos. Están tremendamente preocupados por impresionar a los demás con su aspecto y emplean una cantidad excesiva de tiempo, energía y dinero en ropa y arreglo personal. Pueden ir "cazando cumplidos" respecto a su apariencia, y se pueden mostrar excesivamente molestos fácilmente por un comentario crítico acerca de su aspecto o por una fotografía que consideran poco favorecedora. 

 

 

 

 

Las personas con trastorno de la personalidad histriónica pueden tener dificultades para lograr intimidad emocional en las relaciones románticas o sexuales. Sin ser conscientes de ello, a menudo desempeñan un papel (p. ej., "víctima" o "princesa") en sus relaciones con los demás. Por un lado, pueden tratar de controlar a su pareja a través de la manipulación emocional o la seducción, mientras que por el otro, muestran una marcada dependencia de ellos. Los individuos con este trastorno a menudo tienen relaciones deficientes con los amigos del mismo sexo porque su estilo interpersonal de provocación sexual puede ser una amenaza para las parejas de sus amigos. Estos individuos también alejan a los amigos con las demandas de atención constante

 

 

 

A menudo se deprimen y molestan cuando no son el centro de atención. Desean la novedad, la estimulación y la excitación, y tienen una tendencia a aburrirse con su rutina habitual

 

 

Estos individuos son a menudo intolerantes, o están frustrados por las situaciones que implican una gratificación diferida, y sus acciones se dirigen a menudo a la obtención de una satisfacción inmediata. Aunque a menudo inician un trabajo o un proyecto con gran entusiasmo, su interés puede desaparecer rápidamente. Pueden descuidar y romper sus relaciones duraderas para dar paso a la emoción de nuevas relaciones. 

 

 

 

 

El riesgo real de suicidio no se conoce, pero la experiencia clínica sugiere que los individuos con este trastorno tienen un mayor riesgo de gestos suicidas y de amenazas para llamar la atención y para forzar unos cuidados mejores. El trastorno de la personalidad histriónica se ha asociado con tasas más altas de trastorno de síntomas somáticos, de trastorno de conversión (trastorno de síntomas neurológicos funcional) y de trastorno depresivo mayor. Los trastornos de la personalidad dependientelímite, narcisistaantisocial a menudo coinciden con el trastorno de la personalidad histriónica.

 

 

 

 

Su tendencia a la búsqueda de atención no se limita al hecho de relacionarse simplemente con los demás, sino que es en ellos una necesidad para reafirmar su valía personal terminando por actuar según las expectativas que de ellos tienen formadas los demás.

 

 

¿Qué causa este trastorno de la personalidad?

La actriz Francisca Pacheco, interpretando el personaje de Estela Reynolds, en la serie "La que se avecina"

En primer lugar, es importante señalar que las investigaciones aún no parecen encontrar con claridad qué genera el trastorno histriónico. Si bien, existen numerosas hipótesis que podrían explicar por qué unas personas padecen dicho trastorno. Finalmente, la influencia de estos factores combinados facilitaría el desarrollo de esta patología. Estos factores son:

 

  1. La presencia de modelos parentales histriónicos: es decir, que la investigación apunta hacia unos padres histriónicos, aprendiendo el niño qué conductas consiguen aceptación y atención (algo muy valorado en este modelo familiar).
  2. Un refuerzo parental de las conductas histriónicas, premiando las "llamadas de atención" y la teatralidad; así como otras conductas que buscan agradar o generar aceptación (mezclado con un castigo mínimo y unos límites excesivamente flexibles).
  3. Un aprendizaje de las conductas manipulativas: con frecuencia, el modelo familiar refuerza la competitividad y la lucha por conseguir el agrado de los padres, lo que con frecuencia genera rivalidades entre los hermanos. A su vez, todo esto, generaría el uso de estrategias manipulativas reforzadas por la consecución de los objetivos de amor, aceptación y agrado.

 

 

 

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