El trauma y los trastornos relacionados con factores de estrés son trastornos en los que la exposición a un evento traumático o estresante aparece de manera explícita. En la actualidad se entiende como estresor o factor estresante a cualquier factor que perturba el equilibrio fisiológico, cognitivo, emocional o de comportamiento normal de una persona. Un factor estresante puede ser físico, social, económico o de otra índole y puede estar asociado temporalmente con la aparición, la exacerbación o el inicio de un trastorno psiquiátrico. En la etapa adulta podemos distinguir tres trastornos relacionados con traumas o factores de estrés:
Una de las preguntas importantes sobre este tipo de trastornos, es por qué sólo el 20% o 30% de los sujetos que han experimentado eventos traumáticos desarrollan estas alteraciones, a diferencia del resto, los cuales son resilientes ante los traumas y/o condiciones de estrés (Digangi, Guffanti, McLaughlin, & Koenen, 2013). En este sentido, algunos autores argumentan que probablemente esto se deba a factores genéticos.
La característica esencial del trastorno de estrés postraumático (TEPT) es el desarrollo de síntomas específicos tras la exposición a uno o más eventos traumáticos, donde la persona se expone a la muerte, a una lesión grave o a violencia sexual, ya sea real o una amenaza. Además, el TEPT también puede darse al presenciar un suceso traumático en otra persona, por una exposición repetida o extrema a detalles repulsivos del suceso traumático (p. ej., socorristas que recogen restos humanos; policías repetidamente expuestos a detalles del maltrato infantil, etc.).
Otra característica del TEPT es la presencia de los síntomas de intrusión siguientes asociados al suceso traumático, que comienza después del suceso traumático:
A todo esto se suma una estrategia de afrontamiento evitativa del malestar que la persona con TEPT experimenta a través del esfuerzo o la evitación de recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos acerca o estrechamente asociados al suceso. Además, otra característica que suele ser habitual es la tendencia a evitar recordatorios externos (personas, lugares, conversaciones, actividades, objetos, situaciones) que despiertan recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos acerca o estrechamente asociados al suceso.
A todo este cuadro, se suman dos síntomas más:
A su vez, el TEPT puede o no darse con síntomas disociativos, como vemos en la siguiente figura:
El trastorno de estrés agudo es un trastorno relacionado con el trauma, caracterizado por el desarrollo de síntomas con una duración de 3 días a 1 mes tras la exposición a uno o más eventos traumáticos (con síntomas idénticos a los del TEPT, aunque diferenciado por su temporalidad - se podría considerar una especificación del TEPT - ). La presentación clínica del trastorno de estrés agudo puede variar según la persona, pero normalmente implica una respuesta de ansiedad que incluye alguna forma de revivir el suceso traumático o de reactividad al evento traumático. En algunos individuos puede predominar una presentación disociativa o separada, aunque estas personas suelen también mostrar una fuerte reactividad emocional o fisiológica en respuesta a los recuerdos del trauma.
Los acontecimientos presenciados son, aunque no se limitan a éstos, la observación de amenazas o lesiones graves, la muerte no natural, la violencia física o sexual infligida a otro individuo, la violencia doméstica grave, un accidente grave, y la guerra y los desastres. También se incluye presenciar un acontecimiento médico catastrófico.
Algunos individuos con este trastorno no tienen recuerdos intrusivos del evento en sí, sino que experimentan un malestar psicológico intenso o una activación fisiológica cuando están expuestos a eventos de activación que se asemejan o simbolizan un aspecto del evento traumático.
Los trastornos adaptativos son una respuesta desajustada, bien emocional o comportamental, ante una situación identificable de estrés, o un cambio donde no ha habido un ajuste adecuado o saludable ante dicha situación o cambio.
Este tipo de trastornos se producen siempre como consecuencia directa de un estrés agudo grave o una situación traumática sostenida. Los trastornos adaptativos son un importante problema de salud debido a las implicaciones personales, sociales e incluso económicas que conlleva. El malestar o el deterioro de la actividad asociado se manifiesta frecuentemente a través de una disminución del rendimiento en el trabajo o en la escuela y con cambios temporales en las relaciones sociales.
Los trastornos adaptativos están asociados a intentos de suicidio, suicidio, consumo excesivo de sustancias, depresión, ansiedad, mal comportamiento y quejas somáticas.
Podemos diferenciar tres tipos fundamentalmente:
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