El trastorno depresivo mayor (TDM) se caracteriza por episodios de ánimo depresivo (de al menos dos semanas de duración) que implican cambios claros en la manera en que el individuo interpreta su realidad y lo que le sucede, siendo habitual que exista una tendencia a interpretar sus experiencias de forma negativa y por la visión negativa acerca del futuro (desesperanzada, sin control alguno, etc.).
Este trastorno no siempre se caracteriza por los episodios de ánimo depresivo, sino que a veces se manifiesta en forma de pérdida del interés o del placer en casi todas las actividades (incluidas aquellas que antes si eran placenteras). A menudo, los síntomas más frecuentes que se presentan en su inicio son el insomnio y la fatiga. La tristeza, sin embargo, no siempre es reconocida por el paciente, quien puede incluso "alegar" tener buen ánimo. De hecho, cuando se da en niños y adolescentes el trastorno depresivo mayor el ánimo suele ser irritable más que triste.
En aquellos casos en que si se reconoce la tristeza, el ánimo en el episodio depresivo mayor lo describe a menudo la persona como deprimido, triste, desesperanzado, desanimado o "por los suelos". En otros casos, algunos pacientes se quejan de sentirse "sosos", sin sentimientos o "anestesiados" emocionalmente. En otros, hay un mayor énfasis en las quejas somáticas (p. ej., dolores y sufrimientos corporales) en lugar de manifestar sentimientos de tristeza.
También, otro de los síntomas frecuentes del trastorno es la irritabilidad o el aumento de la misma (p. ej., ira persistente, tendencia a responder a los acontecimientos con accesos de ira o culpabilizando a los otros, o un exagerado sentido de la frustración por acontecimientos menores).
El trastorno depresivo mayor se caracteriza por la presencia de cinco o más de los siguientes síntomas:
La edad de inicio de este trastorno puede ser cualquiera. Las tasas más altas de presentación se observan entre los 25 y los 44 años, siendo la edad media de presentacion de 35 años, aunque en los últimos años se observa una disminución en la edad de inicio del primer episodio.
Con cierta frecuencia, especialmente en el caso del primer episodio, la sintomatología se produce después de un estrés psicosocial grave, como puede ser la muerte de una persona querida.
El TDM se produce por la interacción de factores biológicos (alteraciones en los neurotransmisores cerebrales como la serotonina, la dopamina, la noradrenalina, etc.), psicosociales (circunstancias estresantes en la vida relacional, afectiva o laboral) y de personalidad. Si bien, existen causas orgánicas que pueden generar el trastorno, como la enfermedad de Parkinson, la tuberculosis
Además, no existe una causa específica para el TDM, que puede estar causado por uno o varios factores. Existen diferentes causas:
Otros trastornos con los que el trastorno depresivo mayor se asocia con frecuencia son los trastornos relacionados con sustancias, el trastorno de pánico, el trastorno obsesivo-compulsivo, la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno límite de la personalidad.
Además, el trastorno depresivo mayor puede confundirse erróneamente con los siguientes trastornos:
|
|
|