Trastorno por consumo de alucinógenos

 

 

 

Los alucinógenos son un grupo diverso de drogas que alteran la percepción (conciencia de los objetos y condiciones circundantes), los pensamientos y los sentimientos. Estas drogas causan alucinaciones o sensaciones y visiones que parecen reales pero que no lo son.

 

Los alucinógenos implicados son las fenilalquilaminas (p. ej., la mescalina, DOM y MDMA ("éxtasis"), las indolaminas, como la psilocibina (es decir, la psilocina) y la dimetiltriptamina (DMT), y las ergolinas, como el LSD y las semillas de gloria de la mañana. Además, otros compuestos etnobotánicos se clasifican como alucinógenos, dos ejemplos de los cuales son la salvia divinorum y el estramonio.

 

Los alucinógenos se encuentran en algunas plantas y hongos (o en sus extractos) o pueden ser artificiales. Por siglos, las personas han consumido alucinógenos más que todo como parte de rituales religiosos. Los alucinógenos comunes incluyen:


 

  • La ayahuasca es un té hecho de varias plantas amazónicas que contienen dimetiltriptamina (DMT), el ingrediente principal que altera la mente. La ayahuasca también es conocida como Hoasca, Aya y Yagé. El DMT es un compuesto químico poderoso que se encuentra en algunas plantas amazónicas. Los fabricantes también pueden hacer DMT en un laboratorio. La droga es usualmente un polvo cristalino blanco. Un nombre popular para el DMT es Dimitri.

 

  • El dietilamida del ácido lisérgico-d (LSD) es uno de los químicos más poderosos que alteran el estado de ánimo. Es una sustancia sin olor, que puede ser clara o blanca, y que está hecha con ácido lisérgico, el que se encuentra en un hongo que crece en el centeno y otros granos. El LSD se conoce por muchos otros nombres, como "Acid", "Blotter", "Dots" y "Yellow Sunshine".

 

  • El peyote (mezcalina) es un cactus pequeño cuyo ingrediente principal es la mezcalina. El Peyote también puede ser sintético. Otros nombres comunes para el Peyote son "Buttons", "Cactus" y "Mesc".

 

  • La psiclocibina actúa rápidamente tras la ingestión y los efectos se manifiestan pasados unos 30 minutos, con una duración total entre 3 y 6 horas según la dosis. Su efecto es parecido al producido por el consumo de LSD. El uso de la psilocibina se asocia a consecuencias físicas y psicológicas negativas. Entre los efectos físicos, que aparecen en un lapso de 20 minutos luego de la ingestión y que duran unas 6 horas, se incluyen náuseas, vómitos, debilidad muscular, somnolencia, y falta
    de coordinación. Entre las consecuencias psicológicas de usar la psilocibina están las alucinaciones y la incapacidad de discernir entre la fantasía y la realidad. Pueden ocurrir reacciones de pánico y psicosis, sobre todo si el usuario ingiere un dosis grande.

 

 

Algunos alucinógenos también pueden hacer que los consumidores se sientan fuera de
control o desconectados de su cuerpo y del
ambiente. Los ejemplos comunes de este tipo de alucinógenos incluyen:

 

 

  • El dextrometorfano (DXM) es un supresor de la tos que se usa como ingrediente en algunos medicamentas para la gripe (jarabe, tabletas y capsulas de gel). "Robo" es otro nombre popular del DXM.

 

  • La ketamina es usada como un analgésico para cirugías en los humanos y los animales. Mucha de la ketamina que se vende en las calles proviene de oficinas veterinarias. Aunque se puede conseguir como un líquido inyectable, los fabricantes lo venden comúnmente en forma de polvo o pastillas. Otros nombres de la ketamina incluyen "K", "Special K" o "Cat Valium".

 

  • La fenciclidina (PCP) fue desarrollada en los años 1950 como un analgésico general para cirugías, ya no se usa con ese propósito debido a sus serios efectos secundarios. Aunque el PCP se puede encontrar en varias formas, como tabletas o capsulas, es más común conseguirlas en forma líquida o como un polvo cristalino blanco. El PCP tiene varios nombres, como "Angel Dust", "Hog", "Love Boat" y "Peace Pill".

 

  • La salvia divinorum (salvia) es una planta común del sur de México y centro y sur América. Otros nombres de la salvia son "Diviner’s Sage", "Maria Pastora", "Sally-D" y "Magic Mint". 

 

 

Los síntomas del trastorno

 

 

La adicción o trastorno por consumo de alucinógenos se caracteriza por la presencia de los siguientes síntomas:

 

  • Un modelo problemático de consumo de alucinógenos que provoca un deterioro o malestar clínicamente significativo y que se manifiesta al menos por dos de los hechos siguientes en un plazo de 12 meses: 
    1. Se consume algún alucinógeno con frecuencia en cantidades superiores o durante un tiempo más prolongado del previsto. 
    2. Existe un deseo persistente o esfuerzos fracasados de abandonar o controlar el consumo de alucinógenos. 
    3. Se invierte mucho tiempo en las actividades necesarias para conseguir el alucinógeno, consumirlo o recuperarse de sus efectos. 
    4. Ansias o un poderoso deseo o necesidad de consumir un alucinógeno. 
    5. Consumo recurrente de un alucinógeno que lleva al incumplimiento de los deberes fundamentales en el trabajo, la escuela o el hogar (p. ej., ausencias repetidas del trabajo o bajo rendimiento escolar relacionados con el consumo del alucinógeno; ausencias, suspensiones o expulsiones de la escuela relacionadas con el alucinógeno; desatención de los niños o del hogar). 
    6. Consumo continuado de algún alucinógeno a pesar de sufrir problemas persistentes o recurrentes de tipo social o interpersonal, provocados o agravados por sus efectos (p. ej., discusiones con la pareja sobre las consecuencias de la intoxicación, enfrentamientos físicos).
    7. El consumo del alucinógeno provoca el abandono o la reducción de importantes actividades sociales, profesionales o de ocio. 
    8. Consumo recurrente de alucinógenos en situaciones en las que es físicamente peligroso (p. ej., cuando se conduce un automóvil o se maneja maquinaria estando incapacitado por el consumo de un alucinógeno). 
    9. Se continúa con el consumo de alucinógenos a pesar de saber que se sufre un problema físico o psicológico persistente o recurrente probablemente causado o exacerbado por el mismo. 
    10. Tolerancia, definida por alguno de los hechos siguientes: 
    • Una necesidad de cantidades cada vez mayores de alucinógeno para conseguir la intoxicación o el efecto deseado. 
    • Un efecto notablemente reducido tras el consumo continuado de la misma cantidad de 
      alucinógeno. 

 

Actualmente, esta adicción se considera en remisión inicial cuando no se ha cumplido ninguno de los síntomas durante un mínimo de 3 meses pero sin llegar a 12 meses. Una vez se alcanzan esos 12 meses, se denomina en "remisión continuada".

 

 

La intoxicación por consumo de alucinógenos

 

 

La intoxicación por otros alucinógenos produce cambios de comportamiento o psicológicos clínicamente significativos poco después de la ingesta. Dependiendo del alucinógeno específico, la intoxicación puede durar sólo unos minutos (p. ej., por salvia) o varias horas o más (p. ej., por LSD o por MDMA). 

 

Entre los síntomas experimentados durante la intoxicación por consumo de alucinógenos están los siguientes hechos:

 

  • Consumo reciente de un alucinógeno (distinto de la fenciclidina)
  • Comportamiento problemático o cambios psicológicos clínicamente significativos (p. ej., ansiedad o depresión notables, ideas de referencia, miedo a "perder la cabeza", ideas paranoides, juicio alterado) que aparecen durante o poco después del consumo del alucinógeno
  • Cambios en la percepción que suceden estando plenamente despierto y alerta (p. ej., intensificación subjetiva de las percepciones, despersonalización, pérdida de contacto con la realidad, ilusiones, alucinaciones, sinestesias) que aparecen durante o poco después del consumo de alucinógenos
  • Dos (o más) de los signos siguientes que aparecen durante o poco después de consumir el alucinógeno:
    • Dilatación pupilar
    • Taquicardia
    • Sudoración
    • Palpitaciones
    • Visión borrosa
    • Temblores
    • Incoordinación
  • Los signos o síntomas no se pueden atribuir a ninguna otra afección médica y no se explican mejor por otro trastorno mental, incluida una intoxicación con otra sustancia

 

 

¿Son adictivos los alucinógenos?

 

 

La evidencia científica indica que algunos alucinógenos pueden ser adictivos o que las personas pueden desarrollar tolerancia hacia ellos. El consumo de alucinógenos además puede inducir tolerancia a otras drogas similares. Por ejemplo, el LSD no es considerado una droga adictiva porque no causa una 
búsqueda incontrolable de la droga. Sin embargo, el LSD si produce tolerancia; algunos consumidores que consumen la droga repetidamente, deben tomar dosis cada vez más altas para lograr los mismos efectos. Esta es una práctica sumamente peligrosa debido a los efectos impredecibles del LSD. Adicionalmente, el LSD produce tolerancia a otros alucinógenos, como por ejemplo a la psilocibina (PCP). 

 

Por otra parte, el PCP es un alucinógeno que puede ser adictivo. Las personas que dejan el uso repetido del PCP pueden experimentar síntomas comunes de abstinencia, como antojos de la droga, dolores de cabeza y sudor. Se necesitan más estudios científicos para investigar más profundamente el potencial 
adictivo o de tolerancia de los alucinógenos.

 

 

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