El deseo sexual implica un sentimiento de interés, de necesidad, de apetencia, de búsqueda de estimulación y placer erótico. Las disfunciones o trastornos del deseo sexual implican una dificultad o incapacidad para experimentar deseo sexual, independientemente de la causa que lo genere. Además, la persona experimenta fantasías o pensamientos sexuales o eróticos y deseo de actividad sexual reducidos o ausentes de forma constante o recurrente
En la actualidad, este diagnóstico abarca tanto la falta de interés como la aversión activa hacia el sexo. El deseo sexual bajo no siempre es fácil de definir, y no puede ser diagnosticado sólo por la frecuencia de la actividad sexual.
Aunque las dificultades del deseo son las más comunes experimentadas por las mujeres (Hayes y colaboradores, 2006), a finales de 1990 algunas clínicas de terapia sexual encontraron cifras iguales de hombres y mujeres con bajo deseo sexual (Pridal y LoPiccolo, 2000).
Podemos clasificar las disfunciones del deseo sexual en dos:
Las disfunciones del deseo pueden clasificarse en Primarias y Secundarias y pueden darse de forma Global o Selectiva.
El grado de deseo o de apetencia sexual puede variar mucho dependiendo de multitud de factores. En líneas generales solemos encontrar mayor deseo en las personas jóvenes que en las mayores. También se ha hablado mucho del menor deseo sexual en las mujeres, algo que recogen multitud de estudios, pero que probablemente tenga más que ver con factores educativos y sociales que con factores biológicos intrínsecos al género femenino.
Evidentemente también hay multitud de factores ambientales que pueden tener una incidencia sobre el deseo sexual.
Fantasías o pensamientos sexuales o eróticos y deseo de actividad sexual reducidos o ausentes de forma constante o recurrente. La evaluación de la deficiencia la hace el clínico, teniendo en cuenta factores que afectan a la actividad sexual, como la edad y los contextos generales y socioculturales de la vida del individuo
Ausencia o reducción significativa del interés/excitación sexual femenina, que se manifiesta por un interés ausente o reducido en la actividad sexual, carente de fantasías o pensamientos sexuales o eróticos ausentes o reducidos.
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