La característica esencial del trastorno eréctil es el fracaso repetido para conseguir o mantener las erecciones durante la actividad sexual en pareja y que sucede en la mayoría de las ocasiones de actividad sexual. Los síntomas pueden aparecer sólo en situaciones concretas que implican determinados tipos de estimulación o de pareja, o pueden ocurrir de manera generalizada en todo tipo de situaciones, estimulaciones o parejas.
El deseo puede verse afectado cuando el trastorno de la excitación se ha convertido en algo muy habitual y no se encuentran salidas. Por otro lado, también mantienen intacta su fase orgásmica, con lo cual hay hombres que pueden eyacular sin erección dado que los reflejos de erección y de eyaculación son neurológicamente distintos.
La disfunción eréctil se origina por la interacción de varios (o todos) factores:
La disfunción eréctil es un problema de salud de alta prevalencia y tiene una importante repercusión en la calidad de vida del varón afectado, así como en la de su pareja. La prevalencia de esta disfunción en España es del 12,1%, lo que implica que aproximadamente 1,5 a 2 millones de varones españoles sufren este problema. Sin embargo, sólo el 16,5% de los afectados consulta a un especialista.
Muchos hombres con trastorno eréctil pueden tener:
En la evaluación y el diagnóstico del trastorno eréctil se deberían considerar los siguientes 5 factores, puesto que pueden ser relevantes para la etiología (causa) o el tratamiento:
Cada uno de estos factores puede contribuir de distinta manera a los síntomas que presentan los diferentes hombres con este trastorno.
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