Las disfunciones sexuales son todos aquellos trastornos que afectan a la respuesta sexual (en cualquiera de sus fases – deseo, excitación, orgasmo, resolución) de la persona generando una intensa angustia, ya sea por que dificultan la respuesta satisfactoria o bien porque la impiden
Dentro de cada una de las disfunciones sexuales podemos encontrar disfunciones específicas clasificadas en función de la fase de la respuesta sexual en que se producen. Son las siguientes:
Aunque la respuesta sexual tiene requisitos biológicos de base, habitualmente se experimenta en un contexto intrapersonal y cultural. Así pues, la función sexual supone una compleja interacción entre factores biológicos, socioculturales y psicológicos. Sin embargo, el diagnóstico de disfunción sexual requiere descartar problemas que se expliquen mejor por un trastorno mental no sexual, por los efectos de una sustancia (p. ej., una droga o medicamento), por una afección médica (p. ej., una lesión de nervios pélvicos) o por un conflicto importante en la relación, la violencia de pareja u otros factores de estrés.
Toda disfunción sexual puede catalogarse y explicar su origen dentro de los siguientes factores etiológicos (causas):
Algunos de estos leones pueden ser: el estigma de la puta, el miedo al descontrol, el miedo al vicio o a la sexualidad incontrolada y adictiva, al fallo erectivo, al dolor, a la vajina "dentada", al abandono, miedo al compromiso, a no llegar al orgasmo o miedo al propio orgasmo por considerarlo de alguna forma peligroso o negativo.
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