Una ruptura de pareja es uno de los eventos más estresantes de nuestra vida y supone muchas veces un antes y un después. Dicho esto, es normal que nos cueste superar una ruptura de pareja y dependerá del modo en que se ha producido la ruptura, de los recursos personales y de las estrategias de afrontamiento que pongamos en marcha frente a estas crisis.
Uno de los factores a tener en cuenta es que no todas las rupturas son iguales. Aquellas rupturas en las que existe un acuerdo mutuo el proceso el duelo suele ser más sano y menos doloroso, entre otros motivos porque habitualmente no es inesperado y porque existe consenso en la solución a los problemas. Sin embargo, cuando no existe acuerdo el proceso duelo suele ser más intenso. En cualquiera de los casos, sea porque nos dejan o bien porque dejamos nosotros una relación, el dolor para ambos será distinto pero no podemos afirmar que uno vaya a sufrir más o menos que el otro.
Como titulaba uno de sus libros el psicólogo Aaron Beck “con el amor no basta”, y, a veces, por mucho que sigamos queriendo a alguien nos encontramos con que no podemos o no queremos seguir afrontando según que problemas.
Muchas personas cuentan en consulta como, a raíz de la ruptura, continúan haciendo ciertas conductas que les atormentan y entristecen, enfadan o generan miedos. A modo de síntesis, podríamos decir que es recomendable evitar hacer lo siguiente:
Pasar por una ruptura no suele ser tarea fácil. Como te comentaba antes existen algunos recursos y estrategias que te pueden ser de utilidad para afrontar el malestar, y siempre y cuando no ambicionemos objetivos poco realistas como no sufrir o no recordar ciertos momentos de la relación o a la otra persona, podemos concluir que hay una serie de tips que nos ayudarán tras la ruptura.
Estas recomendaciones son:
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