Psicoterapia del trastorno de ansiedad por enfermedad

 

 

El trastorno de ansiedad por enfermedad suele ser un trastorno crónico que requiere un enfoque multidisciplinar en lo que respecta al tratamiento. Las personas con este trastorno viven su salud o la creencia de la ausencia de ella con mucha ansiedad, escasa autoestima y bajo estado de ánimo, por lo que para poder trabajar el problema muchos psiquiatras intentan estabilizarlos inicialmente con fármacos ansiolíticos y antidepresivos, especialmente inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), como son la fluoxetina, la paroxetina o el citalopram.

 

El tratamiento psicológico se basará en la psicoterapia cognitiva conductual. A través de diversas técnicas, se busca que hagas frente a tus miedos y pierdas el pavor a la enfermedad y a las reacciones de tu cuerpo y las atribuciones que de ellas haces. Se intentará que no acudas asiduamente a consultas médicas, no hables siempre de salud ni de enfermedad, no te observes con tanta precisión y obsesión y seas capaz de aceptar el hecho de poder enfermar como algo normal y no de proporciones catastróficas.

 

Para el éxito de este tratamiento, que es a largo plazo, es esencial el entorno social de quien sufre este trastorno, de manera que los familiares o convivientes entiendan que la persona padece un trastorno que condiciona y limita tu vida en muchos aspectos y que, en ningún caso, es una elección de la persona. No estás así porque quieres... No es tu culpa estar así, pero si tu responsabilidad solucionarlo.

 

 

El tratamiento básico consiste en perder el miedo a estar enfermo, cuando se está sintiendo la sensación que se teme. A veces es el propio pensamiento de estar enfermo que genera un miedo y una angustia muy grandes, es quien genera la sensación que se teme y se interpreta como enfermedad. Esa angustia es una sensación desagradable e inexplicable que genera más miedo. De esta forma, la propia ansiedad asociada al pensamiento de estar enfermo se convierte en un disparador de los miedos a la enfermedad. Se establece así un círculo vicioso en el que el miedo a la enfermedad causa unas sensaciones que son a su vez interpretadas como enfermedad. Otras veces, al intentar eliminar la sensación temida se potencia.

 

 

También hay que enfrentar el miedo a la enfermedad y a la muerte. Para ello se comienza un trabajo de desensibilización ante la enfermedad y la muerte de forma que se sitúe el miedo que causan al paciente en términos razonables. Se emplea la desensibilización en la imaginación a situaciones temidas y evitadas, para que finalmente el paciente pueda acercarse a ellas sin angustia y sin miedo.

 

 

 

El paciente puede entonces comenzar a reinterpretar sus  sensaciones corporales y sentir también aquellas que son agradables o neutras y su cuerpo deja de ser una fuente de dolor o temor y se puede convertir en un generador de placer y confianza.

 

 

Primeros objetivos

 


El objetivo del tratamiento consiste en reducir los síntomas hasta un nivel manejable o hasta llegar a eliminarlos por completo. Para ello, uno de los primeros objetivos es ayudarte a identificar en qué consiste el problema y no lo que no es.

 

Es importante reconocer que los síntomas existen realmente y que el tratamiento aspira a ofrecer una explicación satisfactoria para los mismos. Por ello, vamos a empezar por registrar esos síntomas y ver cómo los afrontas:

 

 

Registro de síntomas y episodios
Registro HIPOCONDRIA.docx
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En segundo lugar, es importante que tratemos de ver cómo influye el estrés diario sobre cómo te sientes y tratar de observar si existe o no relación entre ambos aspectos. Es de vital importancia que reflejes en el registro todas aquellas situaciones que te generen malestar y NO tengan que ver con los síntomas que experimentas.

 

 

Registro de S-P-E-C
Registro de situaciones, emociones y pen[...]
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El trastorno de ansiedad por enfermedad es un trastorno en el que la persona interpreta síntomas somáticos como enfermedad. Esta interpretación la hace en el contexto de un intento desesperado de que esos síntomas desaparezcan porque suponen para el paciente un dolor inmenso y una amenaza de enfermedad o muerte. En nuestra sociedad se ha proscrito a la enfermedad y la muerte, evitamos encontrarnos con ella, esto supone que la enfermedad conlleva además de dolor físico una serie de problemas de aislamiento y de rechazos sociales, que no solamente se refieren al sida. También nos han enseñado desde pequeños que el dolor es una tremenda tragedia. Estos fenómenos, que no propios ni exclusivos de nuestros tiempos, pueden tener una influencia en la aparición y persistencia de este problema. Pero, desde luego la cultura y la información adecuada son sanas y el único efecto que pueden tener es de prevención de estos trastornos.

 

Es difícil para muchos personas con este problema aceptar que sus problemas son psicológicos, y van pergrinando de médico en médico intentando buscar a alguno que les haga caso. Otros no acuden al médico porque les pueden detectar la enfermedad que tanto temen. El trastorno de ansiedad por enfermedad puede llevar a la depresión, porque no se llega a un diagnóstico que tranquilice. Las sensaciones asociadas a la ansiedad y/o a la depresión, que surgen de sentir la sensación, hacen que esta se convierta en algo totalmente desagradable, lo que agudiza y perpetúa el problema. En esa situación es difícil que el paciente vea que el problema está precisamente en su interpretación de los síntomas.

 

Pequeños progresos

 

 

Un primer paso muy importante es en sí mismo aceptar el diagnóstico: reconocer el problema. Aunque parezca mentira, este paso puede suponer muchos cambios para la persona que experimenta el problema, y en no pocos casos el paciente se ve en una encrucijada delimitada por un lado por la esperanza y, por otro lado, por el miedo. Es difícil, pero no imposible, y es importante que la familia entienda que su familiar se encuentra en una diatriba: acallar los síntomas. Mientras intenta con fuerzas y desesperación tratar de conseguir aplacar los síntomas, un miedo incesante le empuja a reconsiderar que pueda enfermar o morir.

 

Es vital la empatía de la familia. Empatizar y animar: lo que le sucede no es ningún "cuento". No inventa síntomas. Literalmente los tiene. Por lo que es importante entender, que de sentirlos nosotros, probablemente los viviríamos con una angustia desmesurada.

 

También es de vital importancia no reforzar ciertas conductas que empeoran el trastorno. Por ejemplo:

 

  • Respetar y seguir con precisión las indicaciones del terapeuta.
  • No acudir a médicos con el familiar ni reforzar su temor recomendándole la asistencia médica.
  • No sermonear, culpabilizar o pontificar con "soluciones fáciles" al paciente. Está en terapia: ya está haciendo cuanto puede hacer, y solo cabe esperar que (con algún traspiés) siga las pautas terapéuticas.
  • No hablar de salud, ni de enfermedad, ni de lo que a "otros" les ha pasado. La salud en casa será tema tabú durante una temporada, más aún si refuerza al paciente aliviando síntomas. (p. ej., hablamos de un síntoma para que se tranquilice). 
  • Presionar hacia "la mejoría": este problema no cambia en dos días, ni en dos meses. Concienciaros todos es difícil, pero es importante que lo hagáis para no ejercer una presión que puede ser muy perjudicial. Y tan importante es no presionar, como juzgar como "lentos" los avances del paciente. Con frecuencia, los avances serán pequeños progresos.

 

 

Un recurso no sirve, pero muchos si

 

 

El llamado efecto Einstellung («de focalización») se define como la tendencia del cerebro humano a aferrarse a la solución más conocida, es decir, la primera que llega a la mente, impidiendo ver otras alternativas o mejores. Nuestro cerebro, ante un problema o situación, intentando conseguir la máxima eficiencia, tiende a buscar patrones basados en conocimientos y experiencias anteriores para hallar la solución.

 

Por ello, cuantos más conocimientos y experiencias tengamos sobre una materia (o en otras materias), más fácil será para nuestro cerebro llegar a la solución del problema. Una vez que tenemos un método eficaz para hacer algo, ¿para qué voy a gastar más tiempo investigando nuevas técnicas? Sin embargo, a veces, este atajo cognitivo hace que renunciemos a explorar ideas alternativas, impidiéndonos ver soluciones más eficientes a las conocidas.

 

 

 

 

 

No nos damos cuenta de que nuestro cerebro dirige inconscientemente la atención hacia el conocimiento almacenado previamente.

 

 

La atención, y más en concreto el proceso de focalización de la atención sobre las sesnsaciones temidas tienes varias efectos o consecuencias:

 

  • Genera alivio en el paciente al refozar una sensación de control sobre lo que le sucede, generando un hábito de atención e hipèrsensibilización hacia los cambios corporales o sensaciones.
  • Aumenta la ansiedad.
  • Refuerza las rumiaciones y preocupaciones obsesivas.
  • Mantiene y perpetúa el trastorno.

 

Lógicamente, hemos de revertir los efectos y consecuencias que se han ido generando a lo largo del tiempo a través del proceso selectivo de atención hacia los síntomas. De la misma forma en que lo aprendiste, vamos a reaprender. Para ello, pondremos en marcha unos cuantos recursos durante las próximas tres semanas

  • IMPORTANTE: que seas metódico.

 

 

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