Los trastornos del sueño-vigilia incluyen 10 trastornos o grupos de trastornos: trastorno de insomnio, trastorno de hipersomnia, narcolepsia, trastornos del sueño relacionados con la respiración, trastornos del ritmo circadiano de sueño-vigilia, trastornos del despertar del sueño no REM, trastorno de pesadillas, trastorno del comportamiento del sueño REM, síndrome de las piernas inquietas y trastorno del sueño inducido por sustancias/medicamentos.
Los sujetos con estos trastornos presentan típicamente insatisfacción con la calidad, el horario y la cantidad del sueño. El malestar resultante durante el día y el deterioro son rasgos centrales compartidos por todos estos trastornos del sueño-vigilia.
Los trastornos del sueño se acompañan con frecuencia de depresión, ansiedad y cambios cognitivos que deben tenerse en cuenta en la planificación del tratamiento y en su manejo. Además, las alteraciones persistentes del sueño (tanto el insomnio como el exceso de sueño) son factores de riesgo establecidos para el desarrollo posterior de enfermedades mentales y trastornos por consumo de sustancias.
El trastorno de insomnio se caracteriza por la insatisfacción con la cantidad o calidad del sueño con quejas sobre la dificultad para conciliar o mantener el sueño. Las molestias del sueño se acompañan de un malestar clínicamente significativo o de un deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
El insomnio se asocia a menudo con una activación fisiológica y cognitiva y con factores de condicionamiento que interfieren con el sueño. La preocupación por el sueño y por el malestar que genera la incapacidad para dormir puede conducir a un círculo vicioso: cuanto más se esfuerza el sujeto por dormir, más frustración aparece y más empeora el sueño. Por tanto, la atención y los esfuerzos excesivos para dormir, que anulan los mecanismos normales para el inicio del sueño, pueden contribuir a la aparición de insomnio. Los sujetos con insomnio persistente pueden además adquirir hábitos de sueño desadaptativos (p. ej., pasar demasiado tiempo en la cama, seguir un horario de sueño errático, siestas) y cogniciones desadaptativas (p. ej., miedo a la falta de sueño, aprehensión ante el deterioro diurno, vigilancia del reloj) durante el curso del trastorno.
El insomnio puede acompañarse de una variedad de quejas y síntomas diurnos, como fatiga, disminución de la energía y alteraciones del ánimo. Pueden presentarse síntomas de ansiedad o de depresión que no cumplan los criterios de un trastorno mental específico, así como una atención excesiva a los efectos percibidos a causa de la pérdida de sueño en el funcionamiento diurno.
Los pacientes con trastorno de insomnio tienen a menudo un trastorno mental comórbido, en particular un trastorno bipolar, depresivo y de ansiedad.
La hipersomnia es un término diagnóstico amplio e incluye síntomas de excesiva cantidad de sueño (p. ej., sueño nocturno prolongado o sueño diurno involuntario), alteración de la calidad de la vigilia (es decir, propensión al sueño durante la vigilia que se manifiesta por dificultad para despertar o incapacidad para mantenerse despierto cuando se requiere) e inercia del sueño (es decir, un período de alteración del rendimiento y de vigilancia reducida tras el despertar de un episodio de sueño habitual o de una siesta).
Los sujetos con este trastorno:
El individuo refiere somnolencia excesiva a pesar de haber dormido durante un período principal que dura al menos siete horas, con uno o más de los síntomas siguientes:
Y se clasifica en tres modalidades:
La hipersomnia se puede asociar a los trastornos depresivos, los trastornos bipolares (durante un episodio depresivo) y el trastorno depresivo mayor de patrón estacional. Los sujetos con trastorno de hipersomnia también tienen riesgo de presentar un trastorno por consumo de sustancias, en particular el relacionado con la automedicación con estimulantes.
Las narcolepsias se caracterizan por la presencia de periodos recurrentes de necesidad irrefrenable de dormir, de abandonarse al sueño o de echar una siesta que se producen en un mismo día. Además, suele acompañarse de al menos uno de los siguientes síntomas:
Clasificadas en función de la gravedad en tres tipos:
La narcolepsia puede ocurrir junto con un trastorno bipolar, depresivo o de ansiedad, y en casos raros junto con la esquizofrenia. La narcolepsia también se asocia a un aumento del índice de masa corporal o la obesidad, especialmente en la narcolepsia sin tratamiento.
Dentro de los trastornos del sueño relacionados con la respiración, podemos distinguir cinco trastornos diferenciados:
Los trastornos del ritmo cirdiano del sueño - vigilia son aquellos trastornos en lo que en los que el ciclo interno sueño-vigilia de una persona no se ajusta a los tiempos en los que necesita estar dormida o despierta. A diferencia de otros problemas del sueño, los trastornos del ritmo circadiano no afectan su calidad, sino que causa somnolencia cuando necesita la persona estar despierto y vigilia cuando necesita dormir. Existen varios tipos:
Todos los tipos se derivan del hecho de que nuestra tendencia a tener sueño o
estar alerta está regulada, en cierta medida, por una parte del cerebro que actúa como un reloj.
El tratamiento implica el reajuste del ritmo circadiano endógeno y se basa en el uso sincronizado de luminoterapia, melatonina y actividad física, asociado a una correcta higiene del sueño.
El tipo de fase de sueño retrasada se asocia estrechamente con la depresión, el trastorno de personalidad y el trastorno de síntomas somáticos o trastorno de ansiedad por la enfermedad. Además, los trastornos del sueño comórbidos, como el trastorno de insomnio, el síndrome de las piernas inquietas y la apnea del sueño, así como los trastornos depresivos, bipolares y de ansiedad, pueden empeorar los síntomas de insomnio y de somnolencia excesiva.
Las parasomnias, o trastornos de la conducta en el sueño, son comportamientos o fenómenos anormales que aparecen en el sueño. Las parasomnias suelen ocurrir en las transiciones entre unas fases y otras, por lo que tienden a clasificarse según se presenten predominantemente al despertar, al entrar en sueño o durante la fase REM.
Las parasomnias son eventos involuntarios, anormales y molestos, que ocurren durante el sueño. Según la fase de sueño en la que aparezcan se dividen en:
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